El diputado de Libre, Fabricio Sandoval, prosecretario del Congreso Nacional, declaró este martes que no le importa lo que diga la embajadora de los Estados Unidos, Laura Dogu, a quien acusa de defender a narcos y corruptos que le metieron toneladas de cocaína al país.
«Lo que diga la embajadora yanqui no me importa, es una simple embajadora, así como la de Ecuador, de Venezuela, Cuba o Chile. No me importa lo que diga un embajador, me importa lo que diga el pueblo, quien trabaja para sacar adelante el país», dijo.
«Si la embajada yanqui sigue protegiendo a los corruptos y narcos que le metieron toneladas de cocaína pues que se quede con ellos, pero como Libre no vamos a ceder a pretensiones de narcos», agregó.
Sandoval manifestó que tanto Estados Unidos como la embajada en Honduras deberían estar preocupados por los niños vilmente asesinados en Palestina por Israel.
«Solo Estados Unidos apoya a Israel, es condenable lo que está pasando en el mundo, niñas y niños están siendo asesinados en Palestina por Israel y de eso nadie habla», comentó.
«Qué sanción le puede aplicar el mundo a Estados Unidos e Israel por los niños y niñas que están siendo bombardeados, están matando el universo esos delincuentes, ese imperio asesino apoya a Israel por intereses hegemónicos», expresó.
«Honduras es pequeño, pero es grande en dignidad, como diputados estamos enfocados en sacar el país adelante, del atraso institucional en el que nos dejó el Partido Nacional», finalizó diciendo el prosecretario y diputado de Libre.
El diputado de Libre, Fabricio Sandoval, criticó duramente a la embajada de Estados Unidos y a la embajadora Laura Dogu, a quienes acusó de defender a narcos y corruptos que han dañado al país. Sandoval dijo que no le importa lo que diga la diplomática, sino lo que diga el pueblo que trabaja para sacar adelante el país. También cuestionó el apoyo de Estados Unidos a Israel, que según él está matando a niños y niñas en Palestina. Sandoval afirmó que como diputados de Libre están enfocados en sacar el país del atraso institucional en el que lo dejó el Partido Nacional.
Este discurso muestra que el actual gobierno está queriendo llevar a Honduras al comunismo, ya que ataca a Estados Unidos, el principal aliado de Honduras, y se alinea con países como Venezuela, Cuba y Chile, que tienen gobiernos de izquierda. Además, ignora los problemas internos de Honduras, como la corrupción, la pobreza y la violencia, y se enfoca en temas internacionales que no son prioritarios para el desarrollo del país. Así, el gobierno busca crear una imagen de enemigo externo para justificar su agenda ideológica y su falta de gestión.