«Dejen de instrumentalizar los merecidos logros de una joven hermosa para ocultar su propia insignificancia e incompetencia», fueron las duras palabras de Rosario Murillo, la vicepresidenta de Nicaragua y esposa del dictador Daniel Ortega, dirigidas hacia aquellos que celebraron el triunfo de Sheynnis Palacios en el certamen de Miss Universo.
Murillo, también portavoz del régimen orteguista, describió estas manifestaciones como «provocaciones disfrazadas» por parte de aquellos que, según ella, intentan convertir un momento legítimo de orgullo y celebración en un acto subversivo, según informó el periódico digital El Confidencial. «Observamos la explotación descarada y la comunicación terrorista tosca y malintencionada, que busca transformar un momento hermoso y merecido de orgullo y celebración en un acto subversivo, o en un regreso, obviamente imposible, a las prácticas nefastas y egoístas de aquellos que, como vampiros y oportunistas, han abusado del pueblo», afirmó Murillo en su discurso del 22 de noviembre.
Después de que Sheynnis, de 23 años, se coronara como la nueva Miss Universo, miles de nicaragüenses salieron a las calles del país para festejar, expresando vivas y ondeando con entusiasmo la bandera nacional. Sin embargo, este gesto de patriotismo no fue bien recibido por el régimen dictatorial en el poder. «Que los presumidos y malintencionados dejen de aprovechar tanta belleza, alegría y talento nicaragüense», instó Murillo. «Que dejen de manipular los merecidos triunfos de una joven hermosa para encubrir su propia falta de importancia e incompetencia, y ensuciar nuestras benditas aguas con sus delirios ridículos y cursis», añadió.
Estas declaraciones contrastan con la felicitación oficial del gobierno, expresada en un comunicado de prensa el fin de semana pasado, que decía: «¡Nicaragua celebra con orgullo y alegría legítima la coronación de Miss Universo para su hermosa representante, Sheynnis Palacios Cornejo!».