La reciente cancelación del tratado de extradición con Estados Unidos por parte de la presidenta Xiomara Castro ha generado controversia y preocupación en diversos sectores de la sociedad hondureña e internacional. En un discurso reciente, Castro alegó que su gobierno está siendo víctima de una conspiración, pero evitó mencionar los casos actuales de extradición, incluyendo aquellos en los que se especula que estarían involucrados sus familiares.
Un Discurso Incompleto y Sesgado
Durante su pronunciamiento, Castro se centró en los logros de gobiernos anteriores en la lucha contra el narcotráfico, destacando la extradición de criminales ya procesados. Sin embargo, en ningún momento mencionó a individuos que están actualmente señalados en procesos de extradición o bajo investigación, incluyendo a personas vinculadas a su círculo más cercano. Este silencio ha despertado serias dudas sobre la verdadera motivación detrás de la revocación del tratado.
¿Protección a Familiares?
Aunque no se ha confirmado oficialmente si algún familiar de la presidenta se encuentra en la lista de extraditables, las sospechas persisten. En la opinión pública y en círculos políticos, se habla de que esta decisión podría estar motivada por la necesidad de proteger a allegados de la familia presidencial, quienes podrían estar enfrentando serias acusaciones. La cancelación del tratado se percibe como una medida para blindar a figuras cercanas al poder en lugar de una decisión basada en principios de soberanía y justicia.
Socialismo Democrático: ¿Un Ideal o una Justificación?
La presidenta ha defendido su gestión bajo el estandarte de un «socialismo democrático,» pero sus acciones parecen contradecir este discurso. La falta de transparencia y la priorización de intereses personales reflejan un distanciamiento de los valores democráticos que prometió defender. En lugar de fortalecer las instituciones y garantizar que todos sean tratados con igualdad ante la ley, Castro se enfrenta a acusaciones de utilizar su posición para proteger a los suyos.
Un Gobierno Bajo Sospecha
La narrativa de conspiración presentada por Castro no es nueva en la política; sin embargo, utilizarla para justificar decisiones controversiales solo profundiza la desconfianza hacia su administración. Al centrarse en los casos pasados y omitir los actuales, Castro evade la realidad de su gestión y deja en evidencia que su gobierno, lejos de ser un cambio, podría estar replicando los vicios del pasado.
El pueblo hondureño, que esperaba un liderazgo distinto y transparente, merece respuestas claras y acciones concretas que prioricen el bienestar nacional por encima de los intereses personales. La cancelación del tratado de extradición no solo ha debilitado las relaciones internacionales, sino que también ha sembrado dudas sobre el verdadero compromiso de este gobierno con la justicia.