Ciudad del Vaticano | 8 de mayo de 2025.
La historia se ha escrito con letras doradas este jueves, cuando la esperada fumata blanca se alzó sobre la Capilla Sixtina a las 18:07 (hora local), anunciando al mundo que la Iglesia Católica tiene un nuevo líder espiritual. El cardenal protodiácono Dominique Mamberti pronunció la icónica frase:
Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam! Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Robertum Franciscium Prevost, qui sibi nomen imposuit Leonis Quarti Decimi.
El nuevo pontífice es Robert Francis Prevost, quien ha adoptado el nombre de León XIV, convirtiéndose en el primer Papa originario de los Estados Unidos en más de 2.000 años de historia de la Iglesia.
Un Papa con raíces americanas y corazón latino
Nacido en Chicago en 1955, de madre con ascendencia española, León XIV es un hombre de Iglesia con una trayectoria marcada por la entrega misionera en América Latina. Fue obispo de Chiclayo (Perú) y, posteriormente, prefecto del Dicasterio para los Obispos en el Vaticano. En 2015 adquirió la nacionalidad peruana, lo que lo convierte también en el primer Papa con doble nacionalidad (EE. UU. y Perú).
Su experiencia en tierras latinas y su perfil cercano, pastoral y humilde, auguran un pontificado con fuerte enfoque en la periferia, el diálogo y la justicia social.
Un momento trascendental
La elección de León XIV ocurrió durante la cuarta votación del cónclave. Su nombre apareció como figura de consenso entre cardenales de diferentes corrientes. Al salir al balcón central de la Basílica de San Pedro, su figura serena y su voz pausada ofrecieron una bendición cargada de emoción y un mensaje claro:
“Que la paz y la misericordia guíen nuestro camino. Vengo como hermano, no como juez. Caminemos juntos como pueblo de Dios.”
¿Por qué León XIV?
El nombre León XIV evoca la herencia de Papas fuertes y reformistas como León XIII (el Papa de la Doctrina Social de la Iglesia) y León I (el gran defensor de Roma). Es un nombre cargado de simbolismo, que habla de firmeza doctrinal, pero también de cercanía y valentía frente a los desafíos del mundo moderno.
Reacciones globales
La comunidad internacional, líderes religiosos, fieles católicos y medios de comunicación han reaccionado con entusiasmo y expectativa. Desde Chicago hasta Lima, pasando por Roma, se alzan oraciones y mensajes de bienvenida para el nuevo sucesor de Pedro.
El mundo entero se prepara ahora para un nuevo capítulo en la Iglesia: un pontificado que nace entre culturas, con una mirada universal y una misión clara: renovar la esperanza.