OpenAI, la firma tecnológica que desarrolló el sistema de inteligencia artificial (IA) ChatGPT, anunció este viernes el despido de Sam Altman, su director ejecutivo.
En un comunicado, la empresa con sede en California informó que, tras una revisión de su junta directiva, determinaron que Altman “no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones” con los directivos, “lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades”.
“La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI”, añadió.
Mira Murati, directora de tecnología de la compañía, tomará el puesto con efecto inmediato, anunció la firma, mientras llevan a cabo un proceso para elegir un nuevo director ejecutivo.
La salida de Altman se produce casi una década después de que participara en la fundación de OpenAI.
«Me encantó mi tiempo en OpenAI. Fue transformador para mí personalmente y, con suerte, un poco para el mundo. Sobre todo, me encantó trabajar con gente tan talentosa. Tendré más que decir sobre lo que sigue más adelante», escribió Altman en X (antes Twitter).
Bajo su liderazgo, OpenAI lanzó el chatbot ChatGPT y sus distintas actualizaciones y firmó contratos con compañías como Microsoft, que ha usado esta tecnología de IA en su buscador Bing y en otras aplicaciones.
En las redes sociales, el exdirector de Google, Eric Schmidt, dijo que a Altman era «un héroe» para él, alguien que había «cambiado nuestro mundo colectivo para siempre».
«No puedo esperar a ver qué hará ahora. Yo y miles de millones de personas nos beneficiaremos de su trabajo futuro», escribió en X.
Otro genio de Silicon Valley
Samuel H. Altman aprendió a programar y a desarmar una de las primeras computadoras de Apple, la Macintosh, cuando tenía 8 años, según contó en una entrevista con The New Yorker.
Ingresó a la Universidad de Stanford (en California, EE.UU.) para estudiar informática, pero no terminó la carrera.
Junto a unos amigos decidieron dedicarse por completo a desarrollar su primera idea, Loopt, una aplicación para compartir la ubicación con otras personas. Era 2005, mucho antes de que existiera WhatsApp y cuando nacía Facebook.
Loopt no tuvo mayor trascendencia, pero sí sirvió de trampolín para lanzar la carrera de Altman como empresario y le abrió las puertas al mundo de las grandes inversiones tecnológicas.
Una de las compañías que apoyó a Loopt en sus inicios fue Y Combinator (YC), una de las más prestigiosas y exitosas aceleradoras de startups que invirtió en innovaciones como Airbnb y DropBox.
Altman vendió su primer proyecto por más de US$40 millones, lo que le permitió expandir sus áreas de interés e invertir en varias ideas bajo el paraguas de YC, que llegó a presidir entre 2014 y 2019.
Fue en ese período en el que junto con Elon Musk creó OpenAI, una compañía que le permitió sumergirse en un mundo que le generaba fascinación y temor por igual: el de la inteligencia artificial.
Aunque Elon Musk se desligó de la empresa, sigue invirtiendo en iniciativas de inteligencia artificial.
El propio Altman ha expresado en público sus temores sobre las consecuencias que la IA puede tener sobre los humanos.
Esta temática fue abordada en el Congreso de EE.UU., donde Altman ofreció su testimonio en mayo de este año.
Testificó ante un comité sobre privacidad y tecnología del Senado que lo interrogó sobre cómo funciona ChatGPT y qué ventajas y riesgos plantea la IA.